Su origen está en la naturaleza, en los verdes paisajes de Euskal Herria. El mismo entorno en el que, sin apenas variaciones a lo largo de 8.000 años, pastores vascos han criado las ovejas Latxa y Carranzan, razas autóctonas, con cuya leche cruda se elabora el queso.
Se puede presentar sin ahumar o ahumado según la tradición de cada valle.
DOP 1987 y maduración mínima de 2 meses.
El sabor del queso Idiazábal es intenso, equilibrado, limpio y consistente con un marcado carácter «a leche madurada de oveja» y una pizca de sabor a cuajo natural. Tiene un tono picante y debe haber ausencia de amargor. Su salinidad es media. Después de una degustación, deja un regusto persistente de su sabor característico con un ligero toque a humo.
Fase Visual: es un queso de tamaño mediano de 1.800- 2.200 kg con la corteza naranja, su interior es firme y compacto.
Fase Olfativa: Olor de intensidad media, afrutado, notas de lana limpia (animal) y ahumado.
Fase Gustativa: En boca posee una firmeza y friabilidad de tipo medio. Granulosidad de tipo harinoso. Con un ligero toque ahumado.