El queso gouda trufado es una de las especialidades más apreciadas dentro de los quesos holandeses.
Su pasta se mezcla con virutas de trufa (3%) que le aporta un delicado aroma y sabor muy suave.
Fase Visual: queso de gran tamaño entre 8 y 10 kg, la corteza es tratada y no es comestible. En su interior encontramos una pasta compacta, pero a su vez elástica de color amarillo, también podemos apreciar la trufa rallada.
Fase Olfativa: queso con un gran aroma a trufa.
Fase Gustativa: cremoso en boca con sabor a trufa.