Es el queso de cabra holandés más cremoso y sabroso. Gracias a la alimentación a base de hierba, paja y linaza. La leche es siempre de muy alta calidad. Su maduración es de 12 meses.
Fase Visual: formato y tamaño típico de un queso holandés, con la corteza negra (no comestible) en su interior encontramos una pasta compacta de color marfil.
Fase Olfativa: aromas a frutos secos y toque dulce.
Fase Gustativa: El sabor es suave, rico y de nuez. La textura es suave y cremosa, firme pero no dura, similar a un gouda holandés tradicional.