Tiene su origen en las laderas de los Vosgos, en Alsacia y Lorena. Cuenta la leyenda que fue un monje irlandés quien enseñó la receta a los nativos de los Vosgos, en el siglo VII. Su nombre proviene de la villa de Munster (Alto Rin), cercana a Colmar. A su vez, procede del término latino “monasterium”.
Fase visual: queso de corteza color naranja intenso y pegajosa. En su interior, una pasta compacta y también de color naranja.
Fase olfativa: queso con un olor intenso a establo y animal.
Fase gustativa: a pesar de su fuerte olor exterior, en boca es algo más suave, con un regusto persistente y un toque salado y también puede dar notas cárnicas.