Procede de las montañas de Jura.
Durante el S XVIII y siempre en esta zona, en la que se producía queso Comte, los pastores aprovechaban el exceso de cuajada de preparar el comte para hacer un queso que pudieran consumir los granjeros. Como no producían suficiente leche para rellenar el molde, guardaban la del ordeño de la mañana cubierta de ceniza para evitar que los insectos arruinaran la pasta. Hoy en día, se consigue con carbón vegetal. Madura un mínimo de 45 días.
Pasta prensada y lavada, de textura ligeramente elástica y de sabor pronunciado con un suave aroma a leche que se pronuncia a medida que se madura
FASE VISUAL: corteza natural, lisa y homogénea, de colores entre gris claro y beige con un toque anaranjado por la salmuera con que se trata la corteza, al abrirlo descubriremos una pasta de color marfil atravesado por esa característica fina línea negra (ceniza vegetal).
FASE OLFATIVA: olor láctico y vegetal.
FASE GUSTATIVA: sabor sutilmente salado acompañado de un ligero gusto avellanado, con una textura redonda y dulce.