Esta especialidad de queso lleva el nombre de la ciudad que se encuentra a 65km noroeste de Dijon. Hasta hace recientemente un siglo el Langres sólo se podía producir en granjas, una historia que encuentra sus orígenes en el siglo XVIII.
Fase visual: en su aspecto exterior encontramos un queso con la corteza color naranja con notas blancas, textura arrugada, tamaño pequeño con un surco en el centro. En su interior encontramos una pasta cremosa con tonos naranjas, y fundente.
Fase olfativa: queso con un olor particular animal y a establo.
Fase gustativa: a pesar de su fuerte olor, su sabor es más fino y delicado, fundente en boca y con un retrogusto salino e intenso.