SWISS HÖHLE

"Swiss Höhle" significa "Cueva Suiza", y su historia es tan fascinante como su sabor. Este queso tiene sus raíces en una tradición ancestral: aprovechar las cuevas naturales de los Alpes para madurar quesos bajo condiciones perfectas. Antiguamente, los queseros locales utilizaban estas cavernas como almacenes improvisados, descubriendo que la humedad constante y las bajas temperaturas eran aliadas mágicas para el afinado. Así nacieron joyas como el Swiss Höhle, un homenaje a esa sabia casualidad.


Producido con leche de vacas que pastan libres en los Alpes, este queso se deja madurar lentamente en las profundidades de la montaña. Allí, rodeado de roca y silencio, adquiere una textura firme pero sedosa, con pequeños cristales que hacen crujir cada bocado. Su sabor es un abrazo: mantequilla dorada, frutos secos y un toque salino que remite a los antiguos caminos alpinos.


¿Notas de maridaje? Un vino blanco como el Chasselas o un Chardonnay seco realzan su complejidad. Para los amantes de la cerveza, una Amber Ale aporta el contraste perfecto. El Swiss Höhle no es solo un queso: es una cápsula del tiempo que nos conecta con los paisajes y tradiciones de Suiza. Dale un mordisco a la historia.